Después de muchos artículos de opinión en Digital Faro Canarias sobre diferentes temas, igualdad de género, contra la
situación de las mujeres en muchos países, contra la homofobia, contra el racismo, etc., y en los cuales intento
concienciar a la gente sobre el respeto a que todos los españoles somos iguales
ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social, hoy me
gustaría escribir un articulo más con el corazón que con la cabeza. El gran valor de la familia en canarias.
Viene en relación a algo que aprendí de las familias
canarias desde hace ya 41 años.
Mi primera impresión al llegar a esta tierra, el 27
de julio de 1975, fue el comprobar
la enorme generosidad de sus gentes, muchos no hubiéramos podido resistir, en
una época donde todavía pasábamos muchas “necesidades”, si no hubiera sido por
el cariño con el que se nos trataba y la ayuda que recibimos de los que
comenzaron a ser “nuestra familia
canaria”.
Ese fue el primer ejemplo de lo que se esperaba de
nosotros, antiguos “peninsulares” que hoy declaramos con orgullo que estamos
integrados en esta sociedad canaria, que presumimos de “ser canarios” y que trabajamos y luchamos por seguir avanzando en
el progreso y desarrollo de nuestra tierra y de sus gentes. Es el gran valor de la familia en canarias.
Es quizás ese uno de los motivos por el cual tenemos
tantos visitantes extranjeros a lo largo del año, no solo vienen por nuestro
sol y nuestras playas sino también porque aquí se les trata “como familia” y
eso ellos saben valorarlo. El que
se sientan como en su casa hace que sea un turismo fiel que contribuye también
al desarrollo de nuestra sociedad.
El pasado 30 de mayo hicimos en radiofaro.es un programa de homenaje a nuestros mayores en el que
resaltábamos la difícil vida que tuvieron para sacar a sus familias adelante,
pero también quedaba claro en el programa el maravilloso agradecimiento que,
todos aquellos que nos llamaron, hacían a sus padres e incluso abuelos. El gran valor de la familia en canarias
Una de esas familias que nombramos fue la familia Santana Melián, de Agüimes y
Arinaga. Querían recordar a su padre Manolito “el hueso”, a su madre Dolores y
a su hermano Oscar que murió con 15 años.
En aquel momento su madre estaba ingresada en el
Hospital Insular y le deseábamos en el programa especial que hicimos, una
pronta mejoría. No pudo ser, el 30 de junio, nos dejó. Dolores tuvo 11 hijos.
Viene todo esto en relación porque tuve ocasión de
conocer a Dolores y tomar un café con ella y parte de sus hijos, me alegró
saber como era permanentemente atendida por todos ellos y el amor que toda la
familia se profesaba.
Durante el tiempo que su madre estuvo enferma era
cuidada de dos en dos hijos y eso no les permitía el poder reunirse, en plan
ocio, todos juntos.
Este fin de semana quise reunir a las cinco hijas en
mi casa y compartir con ellas su conciencia tranquila por haber hecho, en vida
de su madre, lo que por ella pudieron hacer, cuidado permanente y amor filial.
Vaya este articulo en homenaje a todas las familias canarias, a los
hermanos Santana Melián y en especial a Teresa, Cari, Mari, Lolina y Felisa. Confiando en que todos seamos capaces de
transmitir a las futuras generaciones uno de los grandes valores que tenemos
los canarios, el amor a nuestra familia.
Por Diego Gutiérrez de Ávila.





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