lunes, 31 de octubre de 2016

¿SE DEBERÍA APROBAR EL SUICIDIO ASISTIDO?


Países como Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Suiza ya lo han aprobado.

Hace unos días, en Estados Unidos de América, BetsyDavis dio una fiesta para todos sus familiares y amigos, se despedía de la vida. Betsy tenía una enfermedad degenerativa (ELA, esclerosis lateral amiotrófica), que reducía su capacidad al mínimo.
En su fiesta prohibía llorar, se tomo les medicamentos que le iban a ayudar a acabar con su agonía rodeada de todos ellos y mirando el atardecer entre las montañas californianas.

El tema del suicidio asistido genera mucha controversia, yo estoy totalmente a favor.

Hace muchos años, nuestro antepasados, se iban de este mundo “rabiando de dolor”. Así se fue mi abuela Urbana, dicen que murió de vieja y tenía solo 66 años.

Mi madre, Virginia, tenía pánico a morir solo por el trauma que tuvo de ver morir a su madre con tanto sufrimiento. Nos decía que ella no quería morir así y, afortunadamente, al irse se fue en paz y sin dolores.

Yo creo firmemente en que todos debemos, a ser posible, elegir la forma de irnos. No creo que haya nadie, a pesar de las convicciones religiosas que pueda tener, que desee para sus familias o amistades un final de agonía.

No se trata realmente de que cualquier persona pueda ir y decir que quiere morir.


Hace años que Ramón Sanpedro, un tetrapléjico gallego tuvo que hacer “encaje de bolillos” para poder ser asistido en su muerte.
No podía hacerlo por si mismo, del cuello para abajo nada podía mover. Cualquier persona que, por la causa que sea, quiere poder poner fin a su vida, tiene los medios para hacerlo.
Me da pena que una persona se encuentre tan mal como para matarse a si mismo, pero dispone de la capacidad de hacerlo, los tetrapléjicos no, dependen de la ayuda de los demás para “poder irse”, ¿que forma de vida es esa en la que no te puedes mover y para todo necesitas la ayuda de los demás?.

Se que esto contraviene los principios de los “jerarcas” de la iglesia católica. Pero mal que les pese a ellos, los demás tenemos que poder elegir nuestro destino acorde a como lo deseemos nosotros y no ellos.

Sin duda si se tratara en España una Ley sobre el suicidio asistido, saldrían en masa a manifestarse, lo hicieron contra la Ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, dijeron que con esa Ley se acababa la familia. Once años más tarde de aprobarse, ¿se ha acabado la familia?, son unos hipócritas.



A nadie se le obliga a acogerse a una posible Ley en este aspecto, pero la gente que lo desee, morir sin dolor una vez que la ciencia medica ha demostrado que su enfermedad es irreversible, ¿a quien puede molestar que nos vayamos libremente?.

Los políticos no lo pondrán nunca en sus programas electorales, son cobardes para hacerlo, ellos nunca se saldrán de lo que es “políticamente correcto”. Será la sociedad española, en su conjunto, quienes tengamos que demandárselo.

Yo estoy POR UNA MUERTE DIGNA Y SIN DOLOR.

Por Diego Gutiérrez de Ávila. 


viernes, 28 de octubre de 2016

BURKINI: ¿SE PUEDE O NO PROHIBIRLO?

Últimamente se ha abierto un debate acerca de si se puede prohibir o no el uso del burkini en espacios públicos.

En Francia ya hay dos municipios que lo han prohibido alegando motivos religiosos y que su uso podría ser motivo de enfrentamientos entre los diferentes bañistas.



Ningún país europeo ha regulado legalmente su uso, aunque en algunas escuelas y piscinas privadas si que lo han hecho.

En septiembre de 2013 la justicia alemana se inclinó a favor del burkini. Todo empezó por el caso de una niña marroquí de 11 años en Fráncfort. Sus padres querían evitar que fuera a clases de natación y conviviera con chicos en la piscina y presentaron un recurso legal cuyo principal argumento era que por su religión, una mujer no puede dejarse ver otra cosa que la cara y las manos.

Hace unos días, tres familias de origen magrebí, entre las que se encontraban varias mujeres que llevaban velo o burkini y con niños pequeños, se encontraban en una playa de la isla francesa de CórcegaUn turista que sacaba fotos de la zona, fue increpado por uno de los hombres magrebíes, de unos 40 años, que le acusó de estar fotografiando a su esposa. Un adolescente, que se encontraba con una decena de amigos, tomó a su vez una foto de la escena y el hombre se dirigió a él y le golpeó en la cara. Los chavales llamaron entonces a sus padres, que llegaron a la playa con unos 40 vecinos de la localidad. El resultado fue una pelea con heridos.

No hay duda de que la mujer esté fuertemente sometida en la religión islámica y que no sabemos si el uso del burkini es porque realmente ellas se sienten más cómodas así o es por imposición.

Contra su uso poco se puede hacer. La Constitución española ampara a todos por igual. Es por ese motivo que el debate es estéril. No se puede prohibir.

Aquí en España no hay norma que regule su uso y es libertad de la propia persona el utilizarlo o no.



Diferente es el tema del burka. En este caso todos los españoles, y personas que estén en nuestro país,  tenemos la obligación de estar identificados.

Conozco el caso de una persona con burka que intentó pagar con una tarjeta de crédito y se negaba a mostrar su cara para poder identificarse, en este caso es posible rechazar esa forma de pago porque no se sabe si la persona es, o no, la titular de la tarjeta.

En definitiva, no hay nada, legalmente, que impida su uso en España.


Por Diego Gutiérrez de Ávila



lunes, 24 de octubre de 2016

EL INTOLERABLE SEXISMO EN LA ROPA DEPORTIVA




Hoy me gustaría compartir con los lectores un artículo acerca de la forma de vestir en las competiciones deportivas, que son completamente diferentes ya sean masculinas o femeninas.

No son solo los Juegos Olímpicos, son en prácticamente todas las disciplinas deportivas.

Me parece increíble que todavía se siga diferenciando tanto la forma de vestir de los atletas según sean hombre o mujer.

Desde 1999, y con motivo de los juegos de Sidney, la FIVB (la federación oficial de Voleibol) impuso el bikini en las competiciones femeninas de voley playa. La parte inferior no podía tener una anchura mayor de 6cm en la cadera.

La norma fue tildada de sexista por algunos sectores, especialmente al no imponer ninguna medida similar al vestuario masculino

En las pruebas de “voley playa”, la vestimenta del hombre es la “normal” para ejercer este deporte, pantalón que cubre hasta medio muslo. En cambio la vestimenta de la mujer es un bikini ajustado, más propio para que el publico asistente vaya como “voyeur” a ver los partidos que interesados en lo que es este deporte en si mismo.



Me parece denigrante para la mujer.


Y si hablamos de las pruebas de atletismo, es más de lo mismo.

¿Se imaginan a los hombres corriendo con un minúsculo bañador?

No entiendo realmente esta diferenciación entre los atletas ya que, si los hombres utilizan pantalón y no les resulta incomodo para competir, ¿porqué la mujer debe de vestir de una forma que más bien parece diseñado para fomentar un “deseo visual”?



Creo que deberían ser ellas mismas las que pusieran fin a lo que más bien parece una exhibición corporal sexista que una competición deportiva.


Es tan solo una opinión personal, pero se que será compartida por muchos de los lectores.





EL SER UN “GRAN DEPORTISTA” NO DEBERÍA ESTAR REÑIDO CON “LA HUMILDAD”



“Soy inmortal”, “soy el más grande”, “seré recordado por los siglos de los siglos”… Frases de UsainBolt, sin duda un gran campeón pero que celebrando sus triunfos no parece darse cuenta que de lo único que puede presumir es de ser un gran atleta. Los seres humanos inmortales, los más grandes, los que serán (y son) recordados durante siglos  son Fleming, Pasteur, Aristóteles, Sócrates, Leonardo Da Vinci…etc.

Afirmaciones de este tipo, hechas por grandes deportistas, lo único que hacen es demostrarnos que serán grandes deportistas pero que la humildad en sus vidas, ni está ni se la espera.

Todos hemos disfrutado con las grandes gestas deportivas, después de muchísimos esfuerzos y preparación, los atletas salen a competir en los Juegos Olímpicos a dar todo de si mismos. Viven de ello.

La gran mayoría, y los menos importantes, dependen de una medalla para conseguir patrocinadores que les permita vivir del deporte, sabiendo que sus carreras deportivas son cortas. Todo ello es legitimo, su esfuerzo y dedicación merece ser recompensado.


Hay deportistas que, ante el éxito, responden con humildad, otros en cambio parecen “endiosados”, se creen los grandes protagonistas de la humanidad sin saber que hay gente, ajena al deporte, con muchísimos más méritos que ellos.




Todos hemos visto los grandes dispendios que hacen algunos deportistas famosos, alquilan villas por 450.000 euros a la semana, grandes yates, acumulan coches deportivos que no tienen tiempo para usar tantos… Está bien, ellos se lo ganan.

Pero si que es cierto que la culpa la tenemos “los más comunes de los humanos”, somos nosotros quienes contribuimos a su “endiosamiento”.

Se ve que el dinero les sobra, pues yo les aconsejaría que crearan una fundación para ayudar a esa gente mayor, que viven solos, que no tienen familia, que lo único que piden es que alguien “les hable”. Se lo digo a ellos por si no tenían ninguna idea de cómo emplear su fortuna, el dinero que les sobra lo podrían gastar en ayudar a aquellas personas que tienen mucho pasado y poco futuro.

Aparte de Usain Bolt tenemos los casos de futbolistas, donde sus gestos de celebración absurdos, sus gritos, en definitiva sus tonterías, a mi por lo menos me hace avergonzarme de “su nivel como persona”. ¿Como se puede ser tan tontos?

Me ha llamado la atención el “atraco simulado” que han hecho deportistas de los Estados Unidosde América, campeones olímpicos en natación. Ryan Lochte y tres nadadores más, para evitar que la prensa se enterara de sus borracheras, agresividad, fiestas descontroladas, no se les ocurre otra cosa que decir que les han atracado, poner en juicio la seguridad de los policías brasileños y tratar a todo un país, Brasil, como un país de delincuentes.




Serán grandes deportistas, pero desde aquí yo quiero llamarles lo que ya les llama todo Brasil: SINVERGÜENZAS.

En definitiva, muy bien por esos deportistas, con los pies en la tierra, que saben comportarse.  Y “tarjeta roja” a aquellos que por el hecho de ser campeones olímpicos se creen “DIOSES”.





sábado, 8 de octubre de 2016

LA INTOLERABLE HIPOCRESÍA DE LA O.N.U.

La ONU exige a Francia levantar el veto al burkini. Nada que alegar al respecto si no fuera por las “otras cosas”, mucho más lamentables, ante las cuales esta organización se calla cobardemente. Y si dice algo, de nada sirve.





La ONU ha pedido este martes a los municipios franceses que revoquen de inmediato la prohibición del burkini.
"Instamos a todas las autoridades locales que han adoptado prohibiciones similares a que las dejen sin efecto de inmediato” declaró el portavoz de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.

Llegan tarde, el Tribunal Supremo de Francia ya lo ha declarado ilegal esta misma semana.

Pero esto me parece una tremenda nimiedad con respecto a todo lo que la ONU permite a otros países de los 193 Estados miembros.
En un artículo publicado por digitalfarocanarias.com el 17 de agosto de este año, yo manifesté que estaba en contra de la prohibición del burkini en espacios públicos abiertos. Para mi era una restricción a la libertad de expresión y así lo expresé.
Pero esto es totalmente diferente, clama al cielo que la ONU se preocupe de estas cosas y pase por alto lo que hacen la gran mayoría de sus Estados miembros, (si, la gran mayoría).

Ya hace tiempo me preguntaba en este periódico digital “¿para que sirve la ONU?”.

La Carta de la ONU (artículos 55 y 56) obliga a todos sus miembros a promover "el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos".
Naciones Unidas es también un foro para apoyar los derechos de la mujer para participar plenamente en la vida política, económica y social de sus países.

¿Pero esto se aplica?.

A esta organización perteneces países realmente totalitarios, fundamentalistas, opresores….. y a nadie se le llama la atención por las tropelías que cometen, y si lo hacen, ¿para que sirven?.

Entre otros países están:

Corea del Norte, donde o te das cabezazos contra el suelo al pasar el “amado líder” o te matan. Son patéticas las imágenes que vemos de este país.




Arabia Saudí y otras monarquías feudales y teocráticas.
Que vaya la ONU allí a decirles porque no se pueden poner iglesias en su territorio (y yo no soy católico), donde están los derechos de las mujeres, etc…



Irán y otros países islamistas: ¿Ha ido la ONU a ver como cuelgan de grúas a los homosexuales por el simple hecho de serlo?



Guinea Ecuatorial y otros países africanos.
Naciones ricas en materias primas y donde sus gobernantes son inmensamente millonarios mientras la población tiene que huir en pateras, jugándose la vida, para huir de la miseria a la que están sometidos.



Estos son solo algunos ejemplos de que países comparten con nosotros, España, el pertenecer a tan “selecto club”.

Me avergüenza que mi país comparta organización con esta serie de países instalados en la Edad Media.

Más que por esta organización, yo abogaría por una de países democráticos, con derechos fundamentales de libertad e igualdad para todas las personas.

Y la ONU mientras tanto….









viernes, 7 de octubre de 2016

LA DURA NIÑEZ DE LOS CANARIOS EN LA POSTGUERRA


He tenido a suerte de leer un trabajo de una joven de 1º de bachiller, Ariadna Viera Santana. Me ha sorprendido gratamente observar como los jóvenes de hoy en día se interesan por la vida que llevaron sus abuelos.

Desde digitalfarocanarias.com siempre hemos trabajado en esa línea, reconocimiento a la vida tan difícil que llevaron nuestros abuelos al mismo tiempo que dar a conocer sus vidas para que sus nietos, el futuro de nuestra sociedad canaria, conozcan y comparen las dos formas tan diferentes de afrontar la vida.

El trabajo consiste en una entrevista de Ariadna a su abuela Lucrecia Bosa Santana (Lula), una canaria de Tauro (Mogán), que nació el 12 de octubre de 1934.

Seguro que los lectores compartirán mi impresión, excelente el trabajo y fiel reflejo, a través de las respuestas de Lula, de cómo muchísimos canarios pasaron hambre y necesidades en la postguerra.


(Artículo de Ariadna Viera Santana)

Una dura niñez a principios del siglo XX.


Hoy entrevistaremos a Lucrecia Bosa Santana, una mujer que nació el 12 de octubre de 1934. Durante su vida pasó por una guerra, una posguerra, una dictadura y una posterior democracia.
Es una mujer fuerte, con mucho carácter y luchadora, que vivió una dura niñez, una difícil adolescencia y una insegura madurez.
A pesar de todo, ha sabido salir adelante por sus propios medios. Hoy en día, en recompensa a todos estos años de lucha, con ochenta y un años vive rodeada de una gran familia que ha sabido construir y mantener muy unida junto a su marido.

Ariadna: ¿Cómo era la casa en la que vivía?

Lula: En aquella época solo había chozas de madera y cemento con el techo de planchas, no había nada más. Eran cuatro paredes con dos habitaciones. En una de las habitaciones dormíamos mis padres y mis cuatro hermanos. Todos juntos durmiendo en una misma habitación. Y la otra era donde hacíamos la comida y comíamos.

A: ¿La casa contaba con agua corriente y electricidad?

L: ¡Mi niña, eso era para la gente rica! No, no había ni agua corriente ni luz. El agua había que ir a buscarla a un tanque (estanque) que había entonces. Y luz en la casa tampoco había, usábamos velas o quinqués de gasoil o petróleo, que era una cacharrito al que se le ponía gasoil y se encendía una mecha.

A: ¿Cómo eran en esa época los hábitos de higiene?

L: ¡En esa época no había de eso! No habían baños, no había donde ducharse, no había donde cambiarse las mujeres cuando teníamos la regla, no nos peinábamos, no había nada. Para lavarnos mi madre traía un cacharrito con agua o nos llevaba al tanque para limpiarnos con un trapito mojado. Mi madre nos dejaba desnudos dentro de la casa para lavarnos la ropa, porque era la única que teníamos.

A: ¿De qué dependía económicamente la familia?

L: Pues..., la familia dependía de los tomateros que plantábamos y al final del año nos daban el dinero. Los amos nos pagaban lo que les daba la gana, como nadie sabía ni leer ni escribir ponían en los recibos que nos daban lo que ellos querían. Ponían a lo mejor, que había quince cajas de tomates malas aunque en realidad eran todas buenas. Siempre han estado los que se aprovechan de los más pobres.


A: ¿A qué edad comenzó a trabajar?

L: Desde los siete años empecé a trabajar en los tomateros y cargando leña. Caminaba más de ocho y nueve kilómetros por la mañana para juntar leña y luego traerla. Desde los siete años cargaba con tres kilos de leña a la cabeza y descalza, sin  tener nada más que un traje y las bragas, sin un abrigo para abrigarme ni un poco de tela para cubrirme la cabeza. Nos llamaban las leñeras, a las que cargábamos leña, que éramos muchas. Y desde esa misma edad empecé también en los tomateros plantando y regando, desde entonces trabajé siempre en los tomateros.

A: ¿Dónde iban a comprar los alimentos?

L: Donde vivíamos no había tiendas ni lugares donde ir a comprar. En Tauro solo había tomateros, almacenes y poco más. Mi madre se iba a Telde o a otros sitios y nos traía comida. Lo que más comíamos era pescado y gofio porque vivíamos en la playa. También había un lugar donde ibas y te daban a lo mejor un kilo de gofio o un poco de aceite, lo que te tocara había que cogerlo para todo el mes, porque no había otra cosa.

A: ¿Cuándo enfermaban que hacían y a dónde iban?  

L: En Tauro no había médicos, casi todo lo curábamos con remedios caseros. Si nos poníamos muy malos teníamos que ir de Tauro a Arguineguín por el mar. Íbamos con un barquillo de remo o en un barco que pasaba cada dos días. Después en Arguineguín nos subíamos a una camioneta de pescado para llegar a Las Palmas. En ese tiempo no había carreteras, era todo tierra. Para llegar a Las Palmas tardábamos más de un día, salíamos por la mañana y volvíamos al siguiente día.

A: ¿Cómo aprendió a leer y a escribir?

L: Yo nunca fui a la escuela, en aquella época no habían en el pueblo donde yo vivía. Sé leer y escribir porque aprendí yo sola después de grande. Con un manuscrito, escribía lo que ponía pero después no sabía leerlo. Ya más adelante entre amigas, unas sabían más que otras y nos explicaban. Practicaba escribiéndome cartas con una amiga que vivía en la misma calle. Y así, poco a poco, fui aprendiendo a leer y escribir.

A: ¿Qué hacía en el tiempo libre?

L: Solíamos ir a la playa, que era lo único que estaba bien en aquel tiempo. Nos bañábamos en el mar con un traje viejo, porque no había bañadores. Lo único que teníamos era la playa. Ya cuando yo tenía quince años, en los almacenes todos los domingos se hacían unos bailes, donde algunos vecinos tocaban la guitarra. El baile era para buscar los novios y estar con las amigas. Esa era la salida nuestra, todos los domingos íbamos un ratito al baile.

A: ¿Qué le regalaban en navidad por los Reyes Magos y por su cumpleaños?

L: Cuando éramos niños el único que tenía zapatos en mi casa era mi padre (él  trabajó toda la vida cuidando vacas, arando la tierra y con los carros llevaba los tomates al almacén) pues, en esos zapatos viejos y sucios mi madre nos echaba tres higos pasados y algunos caramelos o lo que encontraba. Y esos eran nuestros regalos de reyes. Y los cumpleaños no se celebraban, yo no tuve nunca regalos cuando era una niña. Ya más adelante cuando fui más grande mi madre nos hacía muñecas de trapo, y se hacían tortillas de carnaval y caramelos para las fiestas.

A: ¿Cómo vivió su infancia en general?

L: Más que nada pasé hambre, necesidades de no tener ropa que ponerme. El gofio me lo llegue a comer con tierra, teníamos que batirlo y batirlo para que la tierra se fuera al fondo y podernos beber el agua con gofio.
Había un pastor que venía de las cumbres a traer el ganado a Tauro, para que comieran el pasto de los tomateros. Nos vendía el suero de las cabras (que es el agua del queso), y además le echaba agua para después venderlo. Podías ver a todo el mundo con un cacharrito para comprar suero al pastor porque no había nada que comer. 
Lo pase muy mal, la niñez fue una época en la que no había nada, no sabíamos nada y  teníamos miedo de todo, hasta de la gente. En el tiempo de la guerra, nosotros con hambre, y no podíamos coger ni las naranjas ni los mangos que estaban en el suelo. No los podíamos ni tocar porque todo era para la gente rica. Ya después las cosas fueron mejorando. Cuando yo tenía catorce o quince años ya había trabajos en los almacenes, se hicieron las carreteras, ya llegaban los coches y camiones a Tauro y podías ir por carretera a Mogán.

A: ¿Ve diferencia entre su infancia y la de sus hijos y nietos?

L: Mucha, mucha, como del blanco al negro. Todos mis hijos estudiaron, tienen su carrera y su trabajo. Y mis nietos estudian también. Las cosas han cambiado mucho para mejor, no son como cuando yo era niña.

A: ¿Ve diferencias entre la democracia actual y la dictadura de la época?
L: Claro, ahora puedes comprar e ir a donde quieras y  tienes más libertad para hacer las cosas. No como antes, que no te dejaban entrar a las tiendas, ni a muchos otros sitios, solo había el dinero requisado y la comida que te daban. Todo eso ha cambiado mucho. ¡Gracias a Dios!



Nota de Diego Gutiérrez de Ávila:

Gracias a Lula, por sus maravillosas respuestas que nos han transportado a un mundo totalmente diferente al que actualmente vivimos. Que todos seamos capaces de reconocer el esfuerzo para sobrevivir que han hecho “nuestros abuelos”.

Gracias a Ariadna, es un placer, para todos aquellos que creemos en nuestra juventud, el saber que hay jóvenes comprometidos con el maravilloso legado de nuestros antepasados.

Gracias a digitalfarocanarias.com por dar voz a estas personas, tanto mayores y jóvenes, por permitir que, a través de su periódico, todos los canarios del sur-sureste podamos tener la oportunidad de compartir “nuestras historias”.

Y, gracias a los lectores… compartan esta bonita entrevista.