miércoles, 20 de enero de 2016

CONSIDERACIONES SOBRE CATALUÑA


1ª  CONSIDERACIONES SOBRE CATALUÑA


Introducción a las consideraciones:

En octubre de 2014 conocí a una pareja que se hospedaban justo en la puerta más cercana a mi casa.

Ella era canaria y llevaba solo año y medio viviendo en Barcelona, él gaditano, llevaba allí ocho años.

Faltaban pocos días para la “falsa consulta” sobre la independencia de Cataluña (9 de noviembre de 2014). Aprovechando una conversación rutinaria me animé a preguntarles sobre como veían la situación que allí se estaba produciendo.

Mi sorpresa fue la respuesta, me dijeron que ya era insoportable la situación y que querían la independencia ya. Que España “les robaba” y ya no aguantarían más. (les recuerdo, ella canaria y él gaditano). Lógicamente no quise entrar en el fondo del asunto y, educadamente, di por zanjada la conversación.

La primera consideración que hago es: ¿es posible que, ante el miedo a ser considerados “charnegos”, la mejor opción para ellos sea ser mas catalanistas que los propios nativos de Cataluña?.

 Viene esto en relación a lo que podríamos llamar “instinto de supervivencia”. Yo, que no soy católico, reconozco que en caso de seguir existiendo la llamada “Santa Inquisición”, el primero que iría a la iglesia del pueblo, caminando de rodillas y flagelándome la espalda, sería yo… Lo dicho, “instinto de supervivencia”.

¿Son solo los catalanes los que están hartos de la corrupción que, en gran escala, ha hecho tanto daño a la credibilidad de nuestra clase política, a nuestros empresarios?, ¿o más bien todos los españoles hemos padecido por igual dicha corrupción?.

 Cuándo, en el debate de investidura para presidir la Generalidad catalana, el Sr. Puigdemont (10 de enero de 2016) hizo referencia a lo que padeció Cataluña en la Guerra Civil, parece que solo fueron ellos, pero ¿no es cierto que lo padeció toda España?. El victimismo es una de sus formas para ganar “adeptos”, hacen creer que ellos son los únicos y de esa forma se diferencian del “resto”.


2ª CONSIDERACIONES SOBRE CATALUÑA

Cuando Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, tomó posesión del cargo, lo primero que hizo fue quitar el busto del anterior Jefe del Estado. Ante las preguntas de los periodistas, ella afirmó que era anarquista y solo cumpliría las Leyes que le interesaban, las otras, no.



Es importante que estas afirmaciones las hacia ya como alcaldesa. Sinceramente, en ese puesto se debe gobernar para toda la ciudadanía y no solamente para aquellos que la votaron. Ya no es anarquista o no, es la alcaldesa de todos los barceloneses. (no pongo barcelonesas, porque barceloneses engloba a todos y yo no soy ni político ni vasco).

¿Se imaginan si los vecinos de la Diagonal hacen una consulta popular y la mayoría vota por no pagar ningún impuesto?. Pues no tengo dudas, la alcaldesa aplicaría la Ley, les guste o no a los vecinos de la Diagonal.

He puesto como ejemplo a Ada Colau pero podría haber puesto a centenares de políticos que se otorgan el derecho de estar por encima de la Ley, del bien y del mal, a la gente llana no, a ellos “se les aplica” la Ley y punto.
Muchos de ellos lo único que me inspiran es sencillamente  “vergüenza ajena”.


3ª CONSIDERACIONES SOBRE CATALUÑA

Esa falsa “amplia mayoría”.




Es insoportable, atenta contra la inteligencia humana (por lo menos a la mía), la cantidad de estupideces que se han oído durante los últimos años por parte de muchas personas pertenecientes no solo a la sociedad catalana, sino del resto del país. En ello incluyo a políticos, periodistas (politólogos), gente en general…

A.- Nos guste más o menos, la Ley es para todos y como tal debemos cumplirla. Principio básico de la Democracia.

B.- Las Leyes se pueden cambiar y existen mecanismos para hacerlo, quien lo quiera hacer, que vea si puede, sino, a respetarla y cumplirla.

C.- Cuando hablan del “clamor del pueblo”, “respetar su voluntad mayoritariamente expresada en las urnas”… creo que se están dirigiendo a gente “adoctrinada”, si, es mi opinión personal (derecho a opinar se llama). ¿Han dejado de existir, para los independentistas, más de la mitad de la ciudadanía catalana?.

Es por eso que a veces comparo la situación en Cataluña con “el flautista de Hamelin”, al sonido de la flauta todas las ratas van detrás. Perdón por poner “ratas”, pero el cuento es así.
(Si lo prefieren, podría hablar del pastor y “los borregos”, para que nadie se sienta ofendido).



4ª CONSIDERACIONES SOBRE CATALUÑA

Contrariamente a la opinión de muchos políticos y periodistas (tertulianos en televisión o según un conocido director de periódico, “telepredicadores”),  desde el comienzo del “intento de secesión”, creo que el Presidente del Gobierno ha actuado correctamente, legislando lo justo para evitar que se incumplan las sentencias del Tribunal Constitucional. Con serenidad y proporcionalidad.

 Llegado este momento, muchos pensarían que soy afín al presidente y su partido. Es uno de los grandes errores de los españoles al hablar de política, o totalmente a favor o totalmente en contra de un partido. Esto no es así, por supuesto que se puede coincidir en muchos puntos sin que ello suponga “afinidad política”. Ni todo es blanco ni todo es negro, me niego a encorsetarme en una corriente política, yo le doy mas importancia a mi razonamiento que, equivocado o no, es mío.

El día 10 de enero de 2016, con el susto en el cuerpo ante lo que estaba oyendo en el debate de investidura, la intervención del presidente del gobierno, sencillamente me tranquilizó, dijo lo justo, fue claro. Eché de menos alguna que otra intervención tranquilizadora por parte de “otros políticos”.

 Por encima de los partidos políticos y de sus dirigentes, están los ciudadanos españoles. Es indignante ver, día tras día, como se aferran a sus cargos y dejan pasar la oportunidad, única, de sentarse, hablar, ceder en lo que se pueda (todos deberán de ceder para llegar a un acuerdo).
Parece que “algunos” no ven el problema y ven solamente el suyo propio, la forma de continuar en el cargo.



5ª CONSIDERACIONES SOBRE CATALUÑA

Hace muchísimos años que comenzamos a superar complejos del pasado, somos una nación abierta al mundo y perteneciente a la Unión Europea (esa Unión que tanto nos ayudó con los fondos de cohesión y contribuyó a que nuestra riqueza económica nos permitiera devolverles parte de su ayuda en forma de importación de sus productos, y es precisamente en ese contexto, lo que ocurre también en España, comunidades más ricas aportan a las más pobres y permiten a estas ser clientes de sus productos).

Viviendo en una nación democrática, libre, con servicios a la ciudadanía que, si bien mejorables, son bastante aceptables; ¿cómo es posible que demos más importancia al debate identitario que a lo que realmente afecta a las familias?.

La gran mayoría lo que queremos es trabajar, vivir nuestro día a día, disfrutar de familia y amigos, tener derecho a la asistencia sanitaria, a la educación, a la justicia…, poder comer y, a veces, permitirnos ir de viaje, cenar en restaurantes, etc.


6ª CONSIDERACIONES SOBRE CATALUÑA

¿Que piensan los extranjeros de lo que pasa en España?.

Viviendo en una zona turística del sur de GranCanaria, estamos abiertos a muchos ciudadanos de la Unión Europea que viven, preferentemente, la temporada de invierno aquí.

Valoran positivamente a España y se sienten felices de vivir en una sociedad abierta, amable, con seguridad ciudadana y sintiéndose en su propia casa, con una sanidad pública que valoran (algunos noruegos y británicos sostienen que mejor que en sus países de origen).

Estas son algunas de las preguntas que se hacen con respecto a España:

¿Porqué silban el himno español y sus símbolos? eso en sus países es impensable. (valga de ejemplo que, cuando los noruegos, muy abundantes en mi complejo turístico, llegan desde finales de septiembre a principios de abril, durante su estancia aquí ondea en mi terraza, junto a la bandera de España, la de Noruega, en homenaje a ellos).

También es cierto que el día 30 de mayo, día de Canarias, todos ellos (en homenaje a “su familia canaria”) me envían fotos de sus casas en Noruega con la bandera canaria ondeando y, ni que decir tiene, el doce de octubre todos ellos ponen la bandera española en el mástil en el que, el resto de los días del año, ondea la suya propia. (Y nadie les llama “fachas”).


7ª.- PASAPORTE ESPAÑOL

Nadie puede quitarnos nuestra nacionalidad española. En el hipotético caso (e imposible) de que Cataluña fuera independiente, nadie podría quitar el pasaporte español a aquellos catalanes que lo deseen conservar.

Podría darse el caso que, para asegurarse el derecho a seguir siendo ciudadano de la Unión Europea (de pleno derecho), nunca renunciarían al pasaporte español que les garantizaría el pertenecer a la zona euro, pensiones, seguridad social, paro y demás derechos que el pertenecer a España nos proporciona.

Para muestra este ejemplo: Podría haber dos millones de votantes independentistas y solo cien mil que solicitaran un hipotético pasaporte catalán. Estos son los únicos que podrían votar en hipotéticas elecciones generales en la imaginaria República de Cataluña. El resultado de las mismas, fácil de imaginar.


7º EPÍLOGO

Durante años, no hemos sido capaces de superar los complejos del pasado, pero porque no nos han dejado los “nacionalistas” y algunos partidos “acomplejados” a los que les cuesta pronunciar la palabra España.

Enarbolando con orgullo sus símbolos (perfectamente respetable), los nacionalistas han hecho que a muchos españoles les avergüence los suyos propios. En ese terreno, su propaganda ha ido calando, como lluvia fina, entre aquellos “acomplejados”. Complejo que costará años en erradicar.

CONSEJO: La situación lo requiere, por encima de intereses personales o de partidos, la gran mayoría de los españoles queremos un gobierno fuerte, que siga aportando estabilidad a España y que trabaje conjuntamente y con firmeza, todo para evitar tensiones territoriales y apagar los delirios y ensoñaciones de aquellos que tocan la flauta para tapar sus vergüenzas y corruptelas. No nos olvidemos que dependemos, económicamente como país, de nuestra credibilidad en los mercados internacionales.

Algunos partidos sopesan que, si hacen un gobierno de concentración de las fuerzas políticas constitucionalistas, en unas futuras elecciones perderían apoyos. Yo creo que no, que la CIUDADANÍA ESPAÑOLA sabría recompensar a aquellos que lo formen por sacarnos de esta “sinrazón” en la que algunos nos han instalado.


Un mensaje a quien quiera oírlo: ”A fuerza de repetir miles de veces una mentira, jamás lograran convertirla en verdad”.

Por Diego Gutiérrez de Ávila.


Audio de Radio Faro sobre el artículo

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