Tras siglos de colonización mayoritariamente
europea, África no termina de levantar cabeza.
Ahora, China coloniza, a base de sangre, parte de África.
Varias
organizaciones de derechos humanos denuncian a los gigantes chinos de la
minería por enviar armas y financiar a milicias congoleñas. Su objetivo es
hacerse con la producción de oro barato procedente de zonas en guerra. Todos
estos grupos armados expulsan a los civiles a base de asesinatos y violaciones
masivas a mujeres y niños.
Todo este mineral sale del Congo de noche,
falsificando su sistema de seguimiento, en vehículos marcados previamente, y que
atraviesan Ruanda y Tanzania hacia las grandes zonas industriales de China, que coloniza, a base de sangre, parte de África.
Las armas sirven a los rebeldes congoleños para
utilizarlas contra su propio pueblo. La guerra es la más sangrienta desde el
final de la Segunda Guerra Mundial con más de 5 millones de muertos en dos
décadas. INTOLERABLE.
Pero sólo su crueldad compite con su codicia, por
eso a alguno de los milicianos se les ocurrió que podrían ampliar negocio con la magia.
En la zona de los grandes lagos africanos, muchos ricos compiten por atesorar objetos místicos que les
ayuden a conservar su fortuna. Los más valorados son aquellos que han pertenecido a un suicida. Según distintas fuentes
humanitarias "han
llegado a ahorcar a niños para poder vender después la soga a algún
millonario".
Es lamentable que el país más rico del mundo en
minerales, esté ausente de orden y justicia y los milicianos campen a sus
anchas. Pero es aun más lamentable que sean países que pertenecen al Consejo de Seguridad de la ONU como miembros permanentes, los que alientan, con su
codicia, este tipo de atrocidades.
Mensaje a las autoridades de la República PopularChina, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU: Si quieren oro y
otros minerales, cuanto menos háganlo respetando los Derechos Humanos de los
congoleños y no a base de manchar sus manos, y los productos que tanto les
compramos, con sangre de inocentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario